“Todo el año es carnaval”, afirmaba Larra, porque el teatro está en todas partes, la vida es un teatro de variedades, con comedias, tragedias, tramas predecibles y finales inesperados. El teatro es una forma de vida, y a veces también la madeja que se va desenredando en pos de la salida del laberinto de nuestras pequeñas existencias. Desde Esquilo hasta Buero Vallejo, pasando por Lope y Shakespeare, el teatro explica la vida y la vida explica el teatro. Todo está en el teatro, el amor y el desamor, las risas y las lágrimas. En el teatro se disfraza el cuerpo y se desnuda el alma. Con el teatro camuflamos nuestros miedos y nos enfrentamos a ellos, nos aprisiona y nos salva al mismo tiempo. Minotauro que nos devora, Teseo que nos enamora, camino de baldosas amarillas al que se agarran nuestros pies.